La mala postura no es algo que nos suceda, sino algo que hacemos a nosotros mismos. Los estudiantes de la Técnica Alexander aprenden a dejar la actividad muscular innecesaria que conduce a una mala postura. «Cuando uno deja de hacer lo incorrecto, lo correcto se hace a sí mismo», dijo Alexander.

Los músicos a menudo encuentran que su rendimiento mejora dramáticamente en una lección. Los estudiantes aprenden a tocar libre de esfuerzo y esto les da una libertad extra y una facilidad de movimiento que se traduce en un sonido más hermoso. Tal vez esta es la razón por la que prácticamente todas las academias de música superior del mundo enseñan la Técnica Alexander.

La Técnica trabaja para reducir el exceso de tensión que puede exacerbar o incluso causar dolores de espalda.

Cuando hablamos en público es muy común que tengamos nuestra mente en cosas que nos impiden dar nuestro mejor desempeño. ¿No sería mejor aprender una técnica que te ayude a realizar con toda tu mente la actividad de hablar?

A medida que reduce la actividad muscular innecesaria también se deshace de los pensamientos que la crearon. Los estudiantes de Alexander obtienen más claridad en su pensamiento y como resultado se sienten más relajados y en control.

Aprender a dirigirse por el razonamiento en lugar de moverse por formas estereotipadas significa crear movimientos frescos cada vez. Los movimientos se hacen más fáciles. La energía ahorrada de moverse más eficientemente se puede utilizar para levantar tu juego y la presión del partido dejará de afectarte.

No tienes que tener un «problema» para beneficiarte de los cambios en el pensamiento, el movimiento y el comportamiento que vendrá si realizas con este trabajo. Las disciplinas mentales que aprendes pueden ser tomadas en cada área de tu vida permitiéndote mejorar todas tus actividades.